viernes, 2 de noviembre de 2012

Sin palabras propias.



"[...]De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.
Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio.

[...]Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida, oh los besados miembros, 
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
[...] Es la hora de partir, la dura y fría hora 
que la noche sujeta a todo horario.[...]

[...] Es la hora de partir. Oh abandonado!"

Pablo Neruda


Acaba donde mismo empezó. En la planta baja de un centro comercial. Donde lo prohibido atraía más que nunca.


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