domingo, 23 de diciembre de 2012

Cambiar.


Tú dices que la gente no cambia que, haciendo alusión al refranero español, el que nace lechón muere cochino. Pero yo te pregunto: ¿jamás te ha hecho nadie cambiar?, ¿nunca has recordado tiempo atrás y te has dado cuenta de cómo eras y cómo eres?, ¿no has errado y rectificado?, ¿nunca has cambiado un ápice de tu personalidad? Yo sí. Yo cambié por aquel que me hizo daño, cambié por educación, cambié cuando aprendí y cuando descubrí que debía rectificar todas aquellas transformaciones que hicieron de mí un producto viciado tras tanta mala fe. He cambiado para bien y para mal, he avanzado, retrocedido y girado cerca de un billón de veces y si yo lo he hecho, ¿por qué no puede hacerlo otro también?
Cambiar es un don al alcance de todos: del que quiera y del que no. Las cosas cambian, la vida se transforma y todos avanzamos con ella. Buscamos el beneficio propio que de una forma u otra influye en el entorno y, por lo tanto, ese beneficio que al principio parece individual torna egoístamente a mutuo pues, si no doy, no recibo y viceversa.




Pero bueno, volviendo de nuevo al tema principal, repito la temática y reformulo la pregunta: ¿la gente cambia? Yo confío en que sí. Yo lo he hecho y tú también, entonces ¿por qué ves tan lejano el cambio de otra persona? Somos eso, personas, con ínfimas y abismales diferencias pero al fin y al cabo, personas. Cambiamos pero nunca solas. Las personas cambian si se sienten arropadas o si ven algo de esperanza y recompensa en esa transformación. Hay quien tiene la ventaja de encontrarse entre calor que promueve la evolución y hay quien ha de moverse en busca de ese cobijo que le aliente al cambio. Sea como sea, repito, la gente cambia, para bien y para mal. Valora cada intento, cada estocada y cada batalla ganada pues, no hay lucha más sangrienta que aquella en la que el adversario resulta tu propio reflejo. 

1 comentario:

  1. Crecer es cambiar, madurar es cambiar, experimentar es cambiar... la forma de ver las cosas, la forma de ver la vida, de enfrentarse a ella, a los miedos a las oportunidades a los cambios.... La vida es cambio continuo, aunque yo creo que siempre tenemos una esencia que nos marca...

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