lunes, 24 de septiembre de 2012

Sé feliz, pajarito.


Son etapas. Se abren se cierran. Todas interrelacionadas, unidas por nexos. Tú eres uno de los nexos más importantes de mi vida. Eres mi ladrillo y a veces traes incorporado el cemento. Como una oración, con sus complementos, con sus núcleos. 

Mi ángel, el que me cuida, el que me protege y defiende, mi amiga. 
16 años me ha costado conocer tus manías, tus defectos y virtudes, tu comida favorita y tus aficiones. 
16 han sido los años que hemos tardado en forjar esto y en darme cuenta de que prefieres la nutella a la nocilla, que eres de Coca-Cola light con mucho gas y de café por las "mañanas". Que no te gusta que toquen con perseverancia el timbre, que eres orgullosa y testaruda y que tu capacidad de amar es infinita.
Hoy nos toca despedirnos, decirnos hasta luego, hasta pronto, pero estoy aquí, para ti y para siempre. Porque sí, porque para eso llevamos tantísimo tiempo construyendo un castillo fuerte y con grandes cimientos, uno que ni con el soplido del lobo feroz se derrumbe. 
Bienvenida a mi castillo, a mi morada, a mi vida, a mi corazón. 
Gracias por cuidarlo, mantenerlo limpio y desinfectado de dolor.
Hoy se abre una nueva etapa, aprovéchala y recuerda que te echo de menos cada instante. No temas por el tiempo ni la distancia pues nos hará más fuertes. 
Arriba el ánimo y brinda por nosotras. 
Hasta pronto, muy pronto.
Te quiero mucho.

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